Hola de nuevo!
Comenzamos semana con un aporte de energía extra.
El sol parece que se mantiene con nosotros así que para todos aquellos que quieran disfrutar a tope de estos días soleados, no hay nada mejor que un buen plato de pasta.
En este caso traigo una receta típica italiana totalmente adaptada, como ya es de costumbre, a todo aquello que hay en mi despensa/nevera. Para los más puritanos esto será un sacrilegio lo menos, para gente como yo que sencillamente le gusta comer tampoco es tan grave el cambiar algún ingrediente…
Demos la bienvenida a los Espagueti a la Boloñesa:
Y para aquellos que quieran documentarse un poquitín allá vamos:
Es una salsa muy comúnmente usada para acompañar la pasta o la polenta. Actualmente es una salsa espesa, de color rojo, muy empleada en las comarcas cercanas a Bolonia (de ahí su nombre). La gente de Bolonia emplea esta salsa tradicionalmente para servir los famosos «ragúes» con tallarines frescos (tagliatelle alla bolognese) o ñoquis.
Los orígenes de esta salsa, una de las más emblemáticas de Italia, se pierden en la Antigua Roma y parece que la receta era tan conocida que fue exportada durante la conquista romana de las Galias, en el siglo I antes de Cristo.
La receta del ragù ( o salsa boloñesa, como la llamamos nosotros) tal y como la conocemos hoy en día ha sufrido cambios importantes, sobre todo desde el siglo XVI, cuando el tomate fue introducido en la cocina europea desde las Américas. Hasta entonces no contaba con este ingrediente.
Decir que esta salsa, en Italia, siempre se sirve con pasta fresca jamás con espaguetis ( de ahí lo del sacrilegio de antes…) . Yo he de confesar que la he probado de dicha manera y cambia bastante el sabor, mucho más jugoso. Pero en mi caso no tenía tiempo para estar haciendo pasta fresca, por lo que lo sustituí por espagueti. Ante todo seamos prácticos!
Y después de esta documentación, vamos al lío:
Ingredientes (4 personas):
- 400gr de pasta (en mi caso espagueti)
- 400gr de carne picada de ternera (preferiblemente de los cuartos)
- 1 cebolla
- 200gr de salsa de tomate
- 2 cucharadas de kétchup (nos dará un pequeño dulzor pero si no nos gusta se puede omitir)
- Orégano
- Pimienta negra
- Sal
- Aceite de oliva
- Queso rallado
Elaboración:
- Salpimentamos la carne picada.
- Picamos la cebolla finamente y la ponemos a pochar a fuego bajo con un poco de aceite.
- Cuando la cebolla esté empezando a tornarse transparente, añadiremos la carne y cocinaremos durante 5minutos. En todo momento removeremos e iremos ayudándonos de un tenedor o una cuchara de madera para ir desmigando la carne. Nos interesa que esté lo más suelta posible.
- Una vez lista la carne, agregaremos la salsa de tomate, el kétchup y el orégano. Cocinaremos todo conjuntamente durante 10-12 min.
- Mientras se termina de hacer la salsa, ponemos dos litros de agua a calentar y cuando rompa a hervir echamos un chorrico de aceite y un poco de sal.
- Vertemos la pasta y cocemos entre 8-10 min (según como nos guste la textura final de la pasta).
- Cuando esté lista, sacaremos del agua con ayuda de un colador. La pasaremos por debajo del grifo con agua fría y después echaremos un poco de aceite sobre ella. Con el agua rompemos la cocción y la pasta queda en su punto, con el aceite conseguimos que la pasta no se pegue entre sí mientras terminamos de hacer la salsa.
- Sabremos que está listo cuando el tomate haya espesado.
- Para servir, colocamos pasta en un plato, vertemos unas 3 cucharadas grandes de carne con salsa y terminamos con un poco de queso rallado y orégano seco (en mi caso tambien puso un poco de hierbas provenzales).
- Poco más queda ya, que degustar!
Hasta la próxima!