Hola,
Esta semana una receta de esas con las que vuestras bocas se harán agua. Y ¿por qué? pues porque sólo con verlo ya hay ganas de comérsela pero cuando la probéis…..ummmm…… ¡Veréis que delicia!
Nos hemos acostumbrado a comer pizza pre-cocina, congelada o pizza de locales de comida rápida. Si, más rápido. Sí, es más cómodo. Pero no, no es tan rico o tan sano. Haciendo pizza casera estamos reduciendo muchísimo la cantidad de ingredientes grasientos y procesados, y sobre todo estaremos haciendo una pizza 100% a nuestro gusto y con un sabor que os quitará el sentio’.
Esta semana: “Bolas de pizza margarita”:
Ingredientes para la masa de pizza:
- 250gr harina
- 125 ml agua tibia
- 15gr levadura fresca (podéis sustituirla por levadura seca de panadero, en ese caso mirar en el envase la equivalencia ya que cada marca tiene valores diferentes, y funciona igual!)
- 1 cucharadita azúcar
- 1/2 cucharadita sal
- 1 cuchara aceite
- Ingredientes para el relleno:
- Mozzarella en trozo
- Queso rallado
- Salsa de tomate
- Orégano
- Aceite de oliva virgen extra
- Elaboración
- Lo primero será hacer la masa de la pizza. Disolvemos la levadura en el agua tibia (importante que esté tibia para activar la levadura, si está fría le costará más tiempo subir a la masa y si está demasiado caliente la levadura se estropeará).
- Mezclamos en un bol amplio la harina con el azúcar y la sal.
- Hacemos un hueco en el centro del bol e incorporamos el agua con la levadura.
- Comenzamos removiendo con una cuchara o espátula y cuando no nos sea posible seguir con ella, volcamos el contenido del bol a una superficie limpia y amasamos con las manos.
- A medio amasar extendemos la masa como si fuese un folio y repartimos la cucharada de aceite por ella, doblamos la masa por la mitad y seguimos amasando con las manos.
- Después de unos 5-10 min de amasado, dejamos reposar la masa en forma de bola en el mismo bol alrededor de 1 hora 30 min (previamente espolvoreamos la bola y el bol con harina) .Buscamos que la levadura actúe y la bola doble su tamaño.
- Precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo cuando haya pasado este tiempo de reposo.
- Una vez la masa esté lista la dividiremos en trozos de unos 60-70gramos.
- Hacemos una bola con cada trocico y luego los aplastamos hasta tener un círculo de poco grosor, como de medio milímetro.
- Cogemos un círculo y ponemos una cucharadita de tomate. Extendemos sin llegar a los bordes (esto nos ayudará después para cerrar las bolas).
- Ponemos unas gotitas de aceite de oliva y un poco de orégano.
- Cortamos un trocito de queso mozzarella y colocamos en el centro.
- El último paso es crear la bola. Tenemos que intentar que no quede ningún agujero en la masa y que todo esté muy bien sellado para que en el horno no se no salga el queso y quede bien jugoso por dentro. Confieso que a mí me pasó en un par de ellas… pero también confieso ¡que se comieron igual!
- Repetimos la operación con el resto de trocicos.
- En un recipiente de barro o cristal ponemos un poquito de aceite de oliva y extendemos por todas las paredes y base con ayuda de un pincel, para evitar que se pegue la masa al molde durante el horneado.
- Colocamos las bolas en el recipiente, adornamos con un poco de queso rallado por encima y horneamos unos 20-25 minutos, hasta que se empiecen a dorar por arriba las bolas.
- Y poco más queda que disfrutar…¡Buen provecho!
- Hasta la próxima!