Hola de nuevo!
Hoy toca una receta tradicional, de aprovechamiento, de esas que deben estar siempre en el congelador y te salvan una cena no planificada.
Hace unas semanas os subí una receta de pimientos rellenos de pollo. Estas croquetas son la segunda parte de esa receta. Sólo he añadido el jamón y he variado la cantidad de harina para que quedasen más duritas que el relleno de los pimientos pero la metodología es muy parecida. Os animo a probarlas.
Esta semana preparamos “Croquetas de pollo, jamón y queso”
Ingredientes (30 croquetas)
- 1 muslo de pollo
- 1 ala de pollo
- 1 carcasa de pollo
- 5 cucharadas de harina normal
- 1 cebolla
- 50gr de mantequilla
- 50 gr de queso curado tipo Idiazabal o Roncal
- 100gr de jamón en trocitos
- 8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 litro de leche a poder ser entera.
- Caldo de verdura o (1 zanahoria + 1 puerro con parte verde + ½ cebolla)
- Sal
- Pimienta blanca
- Nuez moscada
- Pan rallado
- Huevos
Elaboración
- Empezamos haciendo el caldo de pollo y cocinando la carne. Para ello ponemos el caldo de verdura, si tenemos (yo usé esta opción porque justo había cocido unas alubias verdes), junto con la carcasa, el ala y el muslo de pollo. Hervimos 20 minutos en olla exprés desde que suba la válvula. Si no tenéis caldo de verdura usaremos una zanahoria, un puerro entero y media cebolla junto con la carcasa, el ala y el muslo y cubrimos de agua.
- Con el caldo listo, sacamos la carne y dejamos enfriar unos minutos. Con ayuda de las manos retiraremos toda la carne y la deshilacharemos. Reservamos.
- El caldo os aconsejo que lo guardéis para usar en un risotto, un arroz de carne o un guiso.
- En una sartén grande y honda ponemos la cebolla picada muy fina junto con las 8 cucharadas de aceite de oliva y la mantequilla a sofreír a fuego lento. La mantequilla aportará firmeza al relleno en frío y cremosidad en caliente. Pero no podemos usar toda la grasa de mantequilla para hacer la bechamel del relleno ya que se quemaría, es por eso que combinamos aceite y mantequilla.
- Puede parecer mucho aceite pero necesitamos esta cantidad para hacer la base de la bechamel del relleno.
- Cuando tengamos lista la cebolla, añadimos el pollo desmigado y removemos un par de minutos. Veréis que el pollo absorbe mucho aceite, no pasa nada.
- Agregamos ahora la harina y cocinamos 5-10 minutos. Debemos cocinar la harina para que no quede cruda y dé sabor crudo al relleno.
- Cuando la harina esté cocinada agregaremos la leche (yo la añado fría) y removeremos. Debemos cocinar a fuego lento esta “bechamel” unos 20 minutos.
- A media cocción añadiremos sal, nuez moscada y pimienta blanca al gusto.
- Cuando falten 5 minutos de cocción añadiremos los 50gr de queso curado en trocitos y el jamón y removeremos hasta que se derrita. Este tipo de quesos curados son difíciles de derretir pero tienen un sabor que combina genial con el pollo.
- Reservamos el relleno en una fuente y dejamos enfriar. Podéis hacerlo de la mañana a la tarde o de un día para otro. Os recomiendo que cubráis la masa caliente con papel film bien pegadito a la masa para que no os salga costra al enfriar.
- Pasado el tiempo de enfriamiento que hayáis elegido,cogemos dos cucharas y vamos dando forma a la croquetas. Yo suelo usar dos cucharas soperas para que todas me salgan iguales pero podeis usar las manos si estais más acostumbrados.
- Las pasamos primero por huevo y luego por pan rallado.
- Yo suelo hacerles doble empanado, pero entre uno y otro espero unos minutos para que el pan rallado se seque un poco. Lo que hago es hacer una a una todas las croquetas con su primer empanado, y cuando acabo empiezo por la primera a hacer el segundo empanado.
- Para congelar las extiendo en una bandeja separadas y lo meto al congelador, pasado un día las quito de la bandeja y las meto en una bolsa con cierre hermético.
- Antes de freir os aconsejo descongelar.
Hasta la próxima!