Hola de nuevo!
Volvemos una semana más con receta veraniega y dulce. Hoy os propongo preparar un helado casero sin necesidad de tener heladera. Necesitareis un poco de paciencia, pero os aseguro que merece la pena.
Hoy preparamos «Helado de arándanos y queso crema»
Ingredientes
- 300gr de queso crema (tipo Philadelphia)
- 60gr de queso crema (tipo Marcaspone)
- 300gr de nata para montar muy fría (contenido en grasa 35% o superior)
- 150gr de azúcar blanco
- 40gr de leche condensada
- 150gr de arándanos congelados
- 1/2 limón
- 3 yemas de huevo (guardamos las claras para otra receta)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 250ml de leche entera
- 8-10 galletas espéculos.
Elaboración
- Ponemos en un cazo los arándanos junto con 30gr de azúcar y el zumo de medio limón. Dejaremos cocinando a fuego medio. Poco a poco los arándanos irán explotando (tranquilos que no salpica) y se irá formando la mermelada.
- Yo suelo remover de vez en cuando y en unos 15-20 minutos está lista.
- Sacamos la mermelada caliente a un tarro de cristal, cerramos y dejamos enfriar. Yo no la cuelo, pero si queréis quitar pieles podéis pasarla por un colador. Esto podemos hacerlo con antelacion o comparar la mermelada ya preparada.
- Pasamos ahora a preparar la crema de helado. Para ello en un cazo ponemos 225ml de leche, 60gr de azúcar, toda la leche condensada y el extracto de vainilla.
- Lo ponemos a calentar a fuego medio. Antes de que rompa a hervir retiramos del fuego y reservamos.
- En un bol, mezclamos las 3 yemas con 25ml de leche y 60gr de azúcar. Batimos con una varilla enérgicamente hasta que la mezcla se torne blanquecina.
- Vertemos el contenido del cazo a las yemas de poco en poco y sin parar de remover. Si lo volcásemos de golpe correríamos el riesgo de que las yemas se cuajen, por ello es conveniente añadirlo en forma de hilo sin dejar de batir con las varillas.
- Una vez tengamos todo integrado, vertemos al cazo de nuevo y ponemos al fuego. Buscaremos que espese. Para ello cocinamos a fuego medio y removemos de vez en cuando. Necesitaremos unos 8-10 minutos.
- En un recipiente amplio, ponemos el queso crema y el queso mascarpone. Lo ideal es que estén a temperatura ambiente par que sea más sencillo mezclarlos. Con ayuda de una espátula vamos a trabajarlo hasta que nos quede una crema. Daremos vueltas y aplastaremos el queso hasta que esté cremoso.
- Cuando tengamos la mezcla del cazo ya espesada, la añadiremos a la mezcla de quesos y batiremos con las varillas hasta tener una mezcla homogénea.
- Cubrimos con un papel film, lo mejor es pegar el papel film a la mezcla para que no se forme una costra, y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
- Una vez la mezcla esté a temperatura ambiente, lo meteremos en la nevera durante 2 horas.
- Cuando pasen esas 2 horas, montamos la nata en un bol sin añadir azúcar. Necesitamos que se monte y forme picos aunque no hace falta que estén muy muy firmes.
- Sacamos de la nevera la mezcla de antes y le añadimos la nata montada. Lo ideal es hacerlo en 2 o 3 veces y mezclar con movimientos envolventes para que no se baje el volumen de la nata montada.
- Una vez tengamos una mezcla homogénea, la pasamos al recipiente donde vayamos a crear el helado, tapamos y lo metemos al congelador. Yo suelo usar un tupper de plástico con tapa hermética.
- Durante las próximas 4 horas, iremos cada 30 minutos sacando el helado del congelador y removiendo con un tenedor. Esto se hace para darle cremosidad y evitar que se forme hielo en el interior del helado. Poco a poco veremos que el helado espesa y se va volviendo más cremoso.
- Cuando esas 4 horas hayan pasado tendremos una mezcla cremosa pero no sólida, colocaremos por encima las cucharadas de mermelada que habíamos creado al comienzo y las galletas de espéculos en trocitos (yo las rompí con las manos) y con ayuda de un palillo daremos vueltas creando figuras de remolinos. La idea es que se queden franjas de mermelada intercaladas con franjas de crema de queso, si removéis en exceso se quedará una mezcla morada. No pasa nada, es algo estético para la presentación nada más.
- Tapamos y dejamos de nuevo en el congelador por un mínimo de otras 4horas.
- En el momento de comer, debemos recordar sacar del congelador el helado unos 10-15 minutos antes de servir para que se caliente un poquito y sea más sencillo servirlo en bola o cortarlo. También podéis servirlo tipo sándwich con galletas de espéculos o barquillo.
Sugerencias
- Podéis cambiar la mermelada de arándanos casera por una comprada si no podéis o nos os apetece hacerla. Si es una mermelada muy muy dulce, os aconsejo bajar la cantidad de azúcar del helado a 100gr.
- También podéis crear vuestro sabor deseado cambiando de fruta. Por ejemplo, cereza, fresa, mora quedan ideales con la crema de queso. En el blog tenéis otra receta de helado de cereza aquí.
Hasta la próxima!