Hola de nuevo!
Esta semana os traigo una receta un tanto golosa con un toque otoñal. Sabemos que las especias de otoño más comunes son nuez moscada, canela y clavo. A la vez que la verdura que más relacionada con el otoño que tenemos es la calabaza. Pues en esta receta juntamos ambas para darnos el gustazo de preparar un plato dulce rico, rico.
Esta semana preparamos «Rollitos de calabaza especiados»
Ingredientes (masa)
- 350 gr de harina de fuerza (es muy recomendable que sea de fuerza por la cantidad de azúcar y mantequilla que tiene la receta, una harina normal sería muy blanda y no resistiría tan bien)
- 130 gr de puré de calabaza asada (tan sencillo como hornear la calabaza hasta que esté blanda y triturar)
- 60ml de leche (en mi caso leche semidesnatada, pero puede ser leche vegetal o entera; como la cantidad no es mucha no hay gran influencia)
- 40gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 40gr de azúcar moreno o panela (podéis usar blanco en su defecto)
- 2 huevos L
- 20 gr de levadura fresca (podéis usar seca según la equivalencia del fabricante)
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de especias otoñales (también conocidas como pumpkin spices). Te explico abajo cómo hacerla en casa.
Ingredientes (relleno)
- 80gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 100gr de azúcar moreno o panela
- 1 cucharadita de canela
- 1 cucharadita de especias otoñales
Elaboración
- Vamos a comenzar con la preparación de la mezcla de especias otoñales. Las cantidades para esta mezcla son mayores de las que necesitamos en la receta, pero es lo más adecuado para moler.
- En un molinillo (mortero en su defecto) ponemos 3 cucharadas de canela en polvo, 2 cucharadas de jengibre en polvo, 1 cucharada de clavos de olor, 1/2 cucharada de nuez moscada molida y si tenéis, ¼ de cucharadita de pimienta de Jamaica. Yo no tengo esta pimienta en casa, y lo sustituí por pimienta rosa que es muy común en postres. Obvio que no es igual, pero la cantidad en proporción es tan baja que no se aprecia mucho.
- Molemos o majamos en el mortero hasta conseguir una fina mezcla. Triturar los clavos con el mortero es complicado, pero algo podéis conseguir con empeño. Yo no tengo molinillo así que me tocó hacerlo con mortero. De todos modos, yo suelo colar la mezcla antes de añadirla a la receta por si queda algún trocito grande de clavo.
- Ahora vamos con la masa. En un vaso grande ponemos al microondas la leche, el puré y la mantequilla. Queremos que se derrita la mantequilla y la mezcla se vuelva homogénea. Hacerlo en intervalos de 20-30 segundos. No nos interesa que coja mucha temperatura.
- En un bol mezclamos la harina, el azúcar o panela, la sal, la canela, la mezcla de especias y la levadura. Mezclamos con unas varillas para que quede homogéneo.
- En la mezcla caliente, asegurando que tenemos la mezcla templada, añadimos los huevos. No queremos que se cocinen por eso la mezcla debe estar templada. Removemos hasta tener mezcla homogénea.
- Ahora con ayuda de unas varillas eléctricas, o con las manos si no tenéis, mezclamos ambas mezclas hasta conseguir un resultado homogénea. Yo utilicé las mismas varillas que uso para montar nata, con las varillas de masa en vez de las de montar. Mi aparato no es mega potente, pero como la masa es algo pegajosa es fácil trabajar con este aparato.
- Amasaremos unos 5 minutos dentro del bol.
- Dejamos reposar la masa 1 hora tapada por un paño.
- Volvemos a amasar 5 minutos, esta vez os aconsejo engrasar la superficie de trabajo y sacar la masa fuera del bol. La masa seguirá estando pegajosa, no os agobies. Amasar como podáis unos minutos y devolverla al bol.
- Dejamos reposar la masa 1 hora tapada por un paño.
- Engrasamos la superficie de trabajo, formamos una bola con la masa y la aplastamos con un rodillo hasta obtener un rectángulo de masa de espesor 0.5-1cm. En este paso la masa no será tan pegajosa y con el aceite que pondremos en la superficie será fácil trabajarla.
- Mezclamos los ingredientes del relleno en un bol con ayuda de las manos. Es imprescindible que la mantequilla esté a temperatura ambiente para que se forme una pasta. Queremos una mezcla homogénea.
- Extendemos el relleno por encima del rectángulo de masa, intentando que quede uniforme y cubra toda la superficie. No debe quedar una capa muy gorda de relleno, de hecho, veréis que es una cantidad perfecta para esta cantidad de masa. Ayudaros del típico cuchillo para untar mermelada o de una espátula de panadero si tenéis, para extender uniformemente el relleno.
- Formamos un cilindro con la masa enrollándola sobre si misma por el lado más largo del rectángulo.
- Cortamos el cilindro en rodajas de unos 2-3cm de grosor que serán nuestros rollitos. No os aconsejo que sean mucho más gruesos porque luego crecerán y se harán demasiado grandes.
- Engrasamos con un poco de aceite el molde donde vayamos a hornear. Yo lo extiendo con un pincel.
- Después colocamos todos los rollito separados entre si hasta completar el espacio del molde y acabar toda la masa. Si queréis que os quede cuqui la presentación, yo suelo hornear los dos extremos del cilindro fuera del molde, así todos los rollitos me quedan iguales.
- Tapamos con un trapo de cocina y dejamos reposar 30 minutos. Ahora crecerán nuestros rollitos.
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Pintamos los rollitos que habrán crecido durante el reposo, con un pincel y un poquito de leche. No los chaféis al pincelar, hacerlo suabe para no bajar la masa.
- Horneamos entre 20-25 minutos a media altura calor arriba y abajo. Os aconsejo ir echando un ojo porque es fácil que se os doren por arriba por el azúcar del relleno que suele salirse un poco.
- La masa de por si, entre el azúcar moreno, la canela y la calabaza, tiene un color más dorado/anaranjado que el color de los clásicos rollitos de canela. Por eso no os asustéis si el resultado final os parece más dorado.
- Dejamos templar antes de comer. ¡Si… hay que esperar!
- Podéis añadir un glaseado por encima si os gusta, pero en mi caso tal cual salen del horno me parecen deliciosos y por eso no suelo prepararlo.
Hasta la próxima!