Frito de jamón y queso

Hola de nuevo!

Hoy os traigo una receta que aunque la suelo tener siempre en el congelador para un vermut o un entrante, nunca os la había compartido. Es sencilla, corriente y muy socorrida; un básico que en casa siempre gusta sobre todo a los más peques.

Hoy preparamos: “Frito de jamón y queso”

Ingredientes (30-35 fritos)

  • 200 gr de harina de trigo
  • 250 gr de mantequilla sin sal
  • 1,5 litros de leche entera. Es mejor usar leche entera porque nos va a quedar una bechamel mucho más cremosa y sabrosa.
  • 16 tranchetes de queso. Uso tranchetes porque se funden muy bien con el calor de la fritura, aunque si os gusta más un queso tipo Gouda, Cheddar o Emmental también podéis usarlo sin problema.
  • Jamón cocido. Bajo mi punto de vista merece la pena utilizar un buen jamón cocido de carnicería en vez de un jamón de york. No se necesitan más de 200-300gr y la diferencia es notable.
  • Sal
  • Huevo, harina y pan rallado o panko para empanar

Elaboración

  • En una cazuela profunda y antiadherente ponemos la mantequilla a derretir.
  • Una vez fundida, agregamos la harina y removemos con ayuda de unas varillas hasta crear una pasta ligera y sin grumos. Es importante que no tenga grumos.
  • Cocinamos a fuego bajo unos 10 minutos. Hay que cocinar la harina para que no nos quede un sabor final con toques a harina cruda.
  • Pasado este tiempo agregamos la leche. Yo añado toda de golpe y a temperatura ambiente. Sé que hay mucha gente que calienta la leche antes para hacer bechamel pero, yo me he acostumbrado a hacerlo así y no suele darme problemas. Si vosotros sois de añadirla caliente, hacerlo porque al final el objetivo es el mismo: tener una rica y cremosa bechamel.
  • Al principio nos parecerá que está hay mucho líquido pero, poco a poco conforme coja temperatura, irá espesando.
  • Salamos al gusto a media cocción. Tener en cuenta que el queso le aporta un toque salado por lo que la bechamel no debe ser muy salada. Si os gusta podéis añadir nuez moscada y pimienta blanca molida, yo para estos fritos en concreto no suelo hacerlo.
  • Deberemos cocinar a fuego lento entre 20-25min hasta que veamos que la bechamel al remover se despega de la paredes. Ese es el momento en el que sabremos que está lista.
  • Si se os han formado grumos, podéis ayudaros de la batidora para eliminarnos.
  • Con la bechamel lista, pasamos a formar los fritos. Yo usé una fuente de horno tipo Pirex, No suelo engrasarla ya que no se adhiere la bechamel.
  • Colocamos la mitad de la bechamel en la base.
  • Aplanamos con ayuda de una espátula para tener una capa uniforme.
  • El truco para que queden muy cremosos, es poner doble de queso que de jamón cocido, por eso yo pongo el siguiente orden: capa de tranchete-capa de jamón cocido-capa de tranchete.
  • Acabamos de montarlo extendiendo la mitad de la bechamel que nos quedaba por encima y tapando todo.
  • Esto tiene que reposar y enfriar, para ello yo coloco un papel film pegado a la bechamel. Esto hará que no se forme una costra en la bechamel por el contacto con el aire.
  • Me gusta dejar reposar la masa de croquetas y fritos, de un día para otro en la nevera. Pero si no podéis esperar os pido que al menos 3 horas la tengáis en la nevera, sobre todo para poder manejarla sin que se os pegue a las manos.
  • Pasado el tiempo de reposo y con la masa fría, tan sólo nos queda empanar. Para ello cortaremos los fritos al tamaño deseado, yo los hice de unos 4x4cm. Mis capas de tranchete y jamón cocido son enteras y cubren toda la superficie de la bandeja. Cuando después los porciono antes de empanar, lo hago con ayuda de un cuchillo y voy cortando bechamel/queso/jamón cocido.
  • En unos platos hondos colocamos por un lado un poco de harina, en otro el huevo batido y por último el pan rallado o panko.
  • Iremos pasando cada frito por este orden para empanar. Es muy importante que tras pasar por harina (primer paso) nos aseguremos de retirar el exceso ya que nos interesa que la capa de harina sea lo más fina posible.
  • Una vez empanados los vais colocando en una bandeja extendidos y cuando estén todos listos se pueden freír o congelar. Yo suelo congelarlos en esa misma bandeja para asegurarme que mantienen la forma, y al día siguiente los retiro de la bandeja y los paso a una bolsa de congelar.
  • Para freír, usar abundante aceite de oliva caliente que cubra totalmente el frito. Yo suelo asegurarme de que estén totalmente descongelados antes de freírlos, bien sacándolos un par de horas antes de comer del congelador o con la opción de descongelar del microondas.

Hasta la próxima!

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