Hola de nuevo!
Esta semana os propongo una receta de pescado y además un pescado económico que podemos consumir bien sea fresco o congelado. Una receta sencilla, pero a la vez divertida que os puede ayudar si algún comensal no es amigo del pescado. Además vamos a hacer una salsa sin harinas ni lácteos ideal para comidas ligeras o intolerancias.
Hoy preparamos: “Albóndigas de merluza con salsa de calabacín y puerro”
Ingredientes (2-3 personas)
- ½ puerro
- ½ calabacín
- ¼ de cebolla
- 400gr de merluza (lomo)
- 10-12 cabezas de langostinos + 2 vasos de agua. Yo suelo tener guardadas cabezas de cuando en alguna receta sólo uso las colas, si no es vuestro caso podéis usar caldo de pescado comprado y olvidaros de las cabezas.
- 1 cucharada de ajo en polvo
- 1 ramillete de perejil fresco
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
- Comenzamos preparando un caldo rápido de pescado que usaremos para potenciar el sabor del plato final. En un cazo ponemos las cabezas de los langostinos junto con una cucharada de aceite de oliva. Vamos a dorar esas cabezas para extraer el sabor de las mismas durante 3-4minutos a fuego fuerte.
- Pasado este tiempo, añadimos dos vasos de agua y dejamos que rompa a hervir. Si no tenéis cabezas, pondríamos el caldo de pescado a calentar y nos saltaríamos este paso y el anterior.
- En el momento en que rompa a hervir, agregamos el lomo de merluza y cocemos durante 2 minutos. Lo que buscamos es que la merluza se escalde lo cual nos ayudará a retirar fácilmente de la piel y a su vez cocinamos un poco la merluza lo cual nos permitirá reducir el tiempo de cocción posterior y tambien el boleado de las albóndigas.
- Cuando la merluza esté escaldada, la retiramos a un paño de cocina dejando la piel hacia arriba. Pasados 2 o 3 minutos retiramos la piel con la mano. El propio paño absorberá el agua que haya cogido la merluza durante la cocción. Como sólo son dos minutos, no se nos va a romper la merluza al manipularla. Reservamos.
El caldo no lo tiramos, si no que lo reservamos para más adelante.
- En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite junto con la cebolla y el puerro picados. No nos importa mucho el tamaño ya que luego lo vamos a triturar, pero si no es muy grande mejor, porque se cocinarán antes.
- Cuando se empiecen a dorar, añadimos el calabacín lavado y troceado (a mi me gusta dejarlo con la piel) y lo doramos. Necesitaremos unos 7-8 minutos a fuego medio.
- Pasado este tiempo las verduras ya estarán pochadas. Para dejarlas más blanditas, agregamos un vaso del caldo de pescado (colado) que hemos preparado y dejamos que se hierva junto con las verduras durante 5 minutos en la sartén.
- Durante este tiempo, en un vaso de batidora vamos a añadir los lomos de merluza junto con el ajo en polvo, la sal y el perejil fresco. Batimos con la batidora hasta conseguir una pasta uniforme.
- Con ayuda de las manos boleamos las albóndigas, a mi me salieron en total 14 unidades del tamaño de un bocado. Reservamos.
- En ese mismo vaso de batidora, vamos a batir la salsa. Para ello pasamos el contenido de la sartén al vaso y batimos con la batidora hasta conseguir una crema homogénea. Si lo veis muy espeso, dependerá de cuánto se haya evaporado, podéis añadir medio vasito más de caldo de pescado.
- En la misma sartén donde hemos sofrito las verduras, ponemos de nuevo una cucharada de aceite y vamos a dorar las albóndigas. Debemos hacerlo con fuego medio y manipularlas con cuidado porque al no llevar huevo o pan rallado son un tanto frágiles. Doramos por todos los lados.
- Cuando las albóndigas estén doradas, agregamos la salsa triturada que teníamos reservada y cocinamos conjuntamente unos 5 minutos para que las albóndigas se humedezcan. No nos interesa cocinarlas en exceso porque si no, se nos quedarán secas por dentro; además con el escaldad inicial y el dorado posterior ya deberían estar casi cocinadas y no requieren de mucho hervor para terminar de hacerse.
- Servimos con abundante salsa y ¡a disfrutar!
Hasta la próxima!