Hola de nuevo!
Hoy os propongo una receta ideal para llevar al campo, a la playa o a la oficina, y al mismo tiempo perfecta para un desayuno, merienda, comida o cena. Y es que entre pan todo es posible, y si en vez de pan tenemos una focaccia pues aún mejor.
Hoy preparamos:” Focaccia de aceitunas negras y sésamo con jamón serrano, rúcula y queso Brie”
Ingredientes para la masa de la Focaccia
- 500gr de harina de fuerza
- 25ml de aceite de oliva virgen extra
- 350ml de agua templada
- 10gr de levadura fresca
- 10gr de sal
- 20 aceitunas negras sin Hueso
- 2 cucharaditas de semillas de sésamo blanco
- 2 cucharaditas de orégano seco picado
- Aceite de oliva virgen extra para amassar y pincelar
Ingredientes para el relleno
- Jamón serrano
- Queso Brie
- Hojas de rúcula
- Aceite de albahaca
Elaboración
- Comenzamos poniendo en un vaso la mitad del agua templada junto con la levadura fresca. La vamos a disolver para que se integre mejor y la reservamos. El agua templada ayudará a que se active la levadura antes.
- En un bol ponemos la harina de fuerza, el aceite de oliva, el agua con la levadura y el resto del agua. Removemos con la ayuda de una espátula primero y luego con las manos. Es una masa un tanto pegajosa ya que tiene bastante hidratación.
- Cuando tengamos todos los ingredientes bien integrados, añadimos la sal y amasamos unos 10 minutos.
- Pasado este tiempo dejamos reposar 10 minutos la masa a temperatura ambiente tapada por el mismo bol invertido o un paño de cocina limpio y húmedo.
- Cuando hayan pasado los 10 minutos de reposo, agregamos a la masa las aceitunas negras picadas, las semillas de sésamo y el orégano seco, y amasamos 2-3 minutos para integrar todo.
- Ponemos un chorrito de aceite en una bandeja apta para el horno, asegurando que toda la base tiene aceite y extendemos la masa de la focaccia por encima. Si nos cuesta extenderla porque la masa se nos encoje, dejarla reposar 5 minutos y volverlo a intentar.
- Una vez extendida, dejamos reposar la masa a temperatura ambiente hasta que duplique su tamaño, una hora o una hora y media según la temperatura de la habitación donde la tengamos. Reposamos la masa tapada por un papel film.
- Pasado este tiempo, nos untamos las manos con aceite e introducimos los dedos por toda la masa para desgasificar y crear los característicos hoyuelos de la focaccia.
- Una vez listo, tapamos con un papel film de nuevo y dejamos toda una noche en la nevera. Si queremos hacer este paso más corto lo dejaremos reposar a temperatura ambiente, esperando de nuevo a que doble su tamaño, alrededor de una hora o una hora y media.
- Cuando vayamos a hornear la focaccia, precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
- Pincelamos la masa por arriba con un poco de aceite de oliva, para conseguir una corteza un tanto crujiente.
- Horneamos durante 35-40min, hasta que veamos que por arriba se empieza a tostar.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar unos minutos.
- Cortamos la porción de focaccia que nos vayamos a comer y la abrimos por la mitad a modo de bocadillo.
- Rellenamos con unos trocitos de queso brie, unas lonchas de jamón serrano y unas hojas de rúcula. En mi caso, tambien unté el interior de la focaccia con un aceite de albahaca que tenía en casa (tan sólo es poner aceite de oliva virgen con unas hojas de albahaca durante 24horas, mínimo, dentro de un tarro, y coge muchísimo sabor para aliñar panes, pizzas, ensaladas, pasta,…)
- Podemos darle un calentón una vez tengamos rellena la focaccia, para conseguir que se derrita el queso Brie. Yo lo hice aprovechando el calor del horno.
- Y ya sólo nos queda disfrutarlo. Si nos os coméis toda la focaccia el mismo día que la preparéis, podéis mantenerla a temperatura ambiente un par de días y si no porcionar y congelar. A la hora de descongelar, usar una plancha tostador o sartén para ello y listo.
Hasta la próxima!